Ayer,
día 12 de Octubre, Festividad de la Virgen del Pilar, vivimos una preciosa
tarde en la presencia del Señor, en la Parroquia de San Martín de Valladolid; invitados
por la Muy Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de la Piedad, fuimos
muchos los que quisimos compartir unas horas de oración delante de nuestro
Señor y acompañados de la mano de su madre la Virgen María. La cofradía contó
para la ocasión con la colaboración de la Parroquia de San Martín y de la Asociación Belenista
Castellana, queriendo reunir a todas las realidades eclesiales de dicha
Parroquia. Este acto se organizó con motivo del Año de la Fe, próxima ya su
conclusión el próximo 24 de Noviembre.
Comenzamos
a la seis de la tarde, postrados delante del Santísimo, cada uno con lo que
llevamos de carga en nuestras mochilas de la vida, los cantos de Beatriz Elamado ,
acompañada por las voces de Enrique Mejías y Nieves Asensio, hicieron de ese
momento un momento especial para todos los que allí nos encontrábamos. Sus
nuevas canciones en el disco “TE necesito, consagra tu Espíritu” con un marcado
carácter de alabanza y gloria pudimos hacerlas todos los presentes oración en
nuestros corazones. Nuestros deseos más íntimos del corazón, los depositamos en
una cesta a los pies del Señor, y allí delante de Él, El nos habló desde unas
pequeñas palabra de vida, iluminados por la luz que el Espíritu Santo derramó
en nuestros corazones.
A
las siete de la tarde, comenzamos el
rezo del Santo Rosario, quiso la Providencia que ese rezo coincidiera
con el rezo de tantos rosarios que se celebraban en el mundo a esa hora en
muchos santuarios marianos, como prólogo a la jornada de Consagración al
Inmaculado Corazón de María, de este Domingo 13 de Octubre; haciendo de nuestro
templo, donde veneramos a la Virgen María en la advocación de la Piedad, un
santuario mariano en nuestra ciudad de Valladolid por esas horas.
A
su conclusión se celebró la Eucaristía, presidida por el recién nombrado
sacerdote en nuestra ciudad D. Jesús García Gañán, quien con una homilía de las
que llegan y penetran en los corazones, contribuyó a hacer que la llama
encendida a primera hora de la tarde se prolongara. El canto de la Salve a
nuestra madre la Virgen de la Piedad puso el broche de oro, en esa tarde de
adoración, canto y oración.
Gracias
a Enrique, Beatriz y Nieves por su ministerio de evangelización a través del
canto, a los presbíteros D.Jesús García y D. Manuel Fernández por su ministerio
puesto al servicio de los feligreses, pues todos vosotros
nos ayudasteis a encontrarnos más en el Señor y sobre todo a ser Comunión de
Amor.
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